“Hasta ahora nada han pedido en Mi nombre; pidan y recibirán, para que su gozo sea completo”. Juan 16:24 (NBLA)

¿Tienes alguna necesidad financiera y estás esperando que Dios te ayude?

Dios ha prometido suplir tus necesidades, también las financieras. ¡Solo está esperando que le pidas ayuda! El Señor nunca cierra su bodega hasta que cierres la boca.

Una de las razones por las que vemos tan pocos milagros en nuestras vidas, es porque simplemente no los pedimos. Confiamos más en el crédito que en Cristo. Cuando tenemos una necesidad, en lugar de pedírselo a Dios, o ni siquiera pensar en pedírselo a Dios, simplemente usamos una tarjeta de crédito. Confiamos en el crédito en lugar de confiar en Cristo.

Si quieres ver a Dios obrar en tu vida, ora por ello antes de pagarlo. ¿Oras por compras grandes antes de hacerlas? ¿O simplemente pagas con tu tarjeta de crédito? Cada vez que usas esa tarjeta de crédito antes de orar por la compra, estás haciendo un cortocircuito en un posible milagro en tu vida. Antes de hacer una compra, ¿por qué no le preguntas a Dios al respecto primero?

Dios no concede todo lo que pedimos, pero sí lo que necesitamos para crecer y confiar en Él, hay algunas cosas que Él quiere darte solo para hacer un milagro en tu vida. Muchas personas nunca han tenido una respuesta financiera a la oración porque nunca han orado específicamente.

“Hasta ahora nada han pedido en Mi nombre; pidan y recibirán, para que su gozo sea completo” Juan 16:24 (NBLA). ¿Sabes por qué Dios quiere que aprendas a pedir cosas en oración? Para que Él pueda dártelas, y así estarás lleno de alegría. Dios es un padre amoroso. No es un ogro sentado en el cielo, esperando hacer de tu vida un fastidio. ¡Él quiere bendecir tu vida! Sólo tienes que preguntar.