“Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo”. Juan 14:27 (NTV)

Dios ha prometido darte paz mental. De hecho, uno de los nombres de Dios es Jehová Shalom, que significa: “Soy el Dios de paz”. 

Encontrar paz es una de nuestras necesidades más fundamentales. Dios ha prometido paz mental pero no la tienes, ¿Por qué? Aquí hay tres cosas que pueden estar robando tu paz: 

Perdemos nuestra paz cuando las circunstancias son incontrolables. Hay mucho en la vida que está más allá de nuestro control. Nos quedamos atrapados en el tráfico y nos perdemos de un evento importante. Una pareja sigue intentando desesperadamente tener un bebé. Alguien pierde su trabajo inesperadamente y se pregunta cómo proveerá para su familia. Cuando estas cosas –pequeñas o grandes– suceden, nos frustramos y perdemos nuestra paz mental. 

Perdemos nuestra paz cuando las personas no cambian. La forma más rápida de perder la tranquilidad es intentar cambiar a alguien. La mayoría de las personas no cambiarán de la forma que quieres. Incluso cuando sabemos que no funcionará, ¡seguimos intentando! Y eso nos impide estar tranquilos. 

Perdemos nuestra paz cuando los problemas son inexplicables. Sabemos que la vida no es justa. Las cosas no siempre funcionan bien. Y cuando no sabemos por qué, nos ponemos ansiosos, nerviosos y estresados.

Obtener la paz de Dios no significa que tu vida estará libre de problemas. Significa que incluso cuando el mundo parece desmoronarse, serás capaz de pensar claramente y dormir pacíficamente.

¿Cómo obtienes la paz de Dios en tu vida? La paz de Dios no es algo por lo que trabajes o supliques; es un regalo que recibes por fe. Acércate a Dios en oración, dile lo que está en tu mente, enfócate en su bondad, y su paz, que sobrepasa todo entendimiento, llenará tu corazón y tu mente.